Jenny Wild disfruta de una copa de vino mientras le envía un mensaje de texto a su novio Stanley Johnson para instarlo a que suba las escaleras. Cuando Stanley no responde afirmativamente de inmediato, Jenny comienza a tomar fotos sexys para tentarlo. Desde su cara hasta su coño carnoso, Jenny no se detendrá ante nada para llamar la atención de Stanley. Eventualmente, Stanley revisa su teléfono y cuando ve lo que se ha perdido, sube las escaleras. Cuando Stanley finalmente sube para darle lo que ha estado anhelando, Jenny está lista para jugar. Ella lo deja masajear sus hombros por un minuto caliente, pero luego es toda ella. Aliviando a Stanley de sus pantalones, ella pone su mano alrededor de su larga polla para acariciarla. Luego se arrodilla frente a Stanley para poder abrirse de par en par para recibir un gran placer. Ella chupa la carne del hombre de Stanley con amor, haciéndole una garganta profunda y chupándole las bolas con toda evidencia de placer. Stanley deja ir a Jenny todo el tiempo que ella quiere, pero al final le toca a él darse el gusto. Acomodándose entre los muslos de Jenny, Stanley usa las yemas de sus dedos para esparcir sus cremosos jugos por todas partes. Inclinándose hacia adelante, lame el desastre que acaba de hacer con sus dedos. Luego se pone de pie y le da a Jenny la D, justo como ella ha estado deseando desde el principio. Volteándose para que ella esté de pie y apoyándose en la silla, Stanley vuelve a entrar en ella por detrás. Su larga polla provoca gloriosos gemidos de placer mientras Jenny disfruta cada centímetro. La posición le da a Stanley la capacidad de anclar sus manos en las caderas de Jenny y entregarle un golpe de coño adecuado que la hace jadear de necesidad. Tomando el asiento de Jenny en la silla, Stanley tira de su amor hacia su regazo. Jenny se posiciona de modo que esté completamente empalada en la carne del hombre de Stanley, moviendo sus caderas hacia adelante y hacia atrás para crear un ritmo sensual. Cuando necesita ir aún más rápido, Jenny se da la vuelta para montar en vaquera inversa. Plantando sus pies en los muslos de Stanley, ella rebota hasta que su coño palpita de placer. Stanley sigue a su amor al límite un momento después, llenándola con un creampie que gotea de su pus para darle un gusto salado para lamer.
COMENTARIOS
0