Melanie Hicks acaba de volver a casarse y tiene un nuevo hijastro, Eddie Dean. ¡Melanie no puede dejar de pensar en lo bueno que es Eddie! Su deseo por Eddie es insoportable después de que lo descubre masturbándose y ve la polla gruesa y agradable que tiene. Melanie quiere la D, por lo que se le ocurre un plan para asegurarse de que la obtenga. Metiéndose en su dormitorio, Melanie se cambia y se pone el bikini más diminuto que tiene y toma un poco de loción bronceadora. Acorralando a Eddie en la sala de estar, Melanie insiste en que la ayude a aplicar la loción. Eddie obedientemente recupera la espalda de Melanie, pero imagina su sorpresa cuando su madrastra tetona se quita el sostén y la tanga y le dice que siga enjabonándola. Es natural que cuando Melanie se agache para ahuecar la entrepierna de Eddie, lo encuentre agradable y duro. Mamá puede ayudar con este problema. Melanie cae de rodillas y se abre de par en par para comenzar a chupar. Su mamada es descuidada y voraz, sin signos de detenerse hasta que decide subirse encima de Eddie y empalarse en su palo de mierda. Eddie comienza follando a su madrastra con sus grandes tetas presionadas contra su cara, pero no pasa mucho tiempo antes. ella se da la vuelta y lo monta en vaquera inversa. Cuando tiene la oportunidad de poner a Melanie sobre su espalda, Eddie golpea duro y rápido el arranque codicioso de su madre. Se juntan para una penetración más profunda. Luego, Eddie pone a Melanie de rodillas en el sofá para que pueda entrar y salir de ese agujero de mierda que gotea hasta que su madre gime. Ahora que Melanie ha obtenido exactamente lo que quiere, está feliz de arrodillarse y chupar la polla de Eddie hasta que él le eche una gran cantidad de semen que resbala por las grandes tetas de Melanie.
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