Raúl Costa sabe que está jodido con Martina Smraldi y que necesita disculparse, pronto. Hace todo lo posible, compra flores a Martina y se arrodilla para pedir perdón. Al principio, Martina no está dispuesta a escuchar a Raúl, pero después de un tiempo finalmente cede y se ablanda con él. Raúl no ha terminado con sus disculpas. Levantándose de sus rodillas, captura los labios de Martina en un suave beso. Cuando Martina responde con entusiasmo, Raúl sabe exactamente lo que tiene que hacer. Lentamente se abre camino hacia abajo por su cuerpo esbelto, tirando de la parte superior de Martina hacia abajo para liberar sus senos para poder adorarlos con las manos y la boca. Mientras Raúl lame los pezones de Martina, su mano se desliza hacia abajo para levantar su minifalda y trazar patrones a través de su chocho caliente. Colocando a Martina sobre su espalda, Raúl continúa con sus disculpas mientras tira de sus bragas a un lado. Apoyándose en, respira aire caliente en el clítoris de Martina y luego se ocupa con su lengua. Al encontrar a Martina agradable y húmeda, Raúl finalmente levanta sus dedos para unirse a la diversión mientras Martina se retuerce y gime bajo su toque. Martina demuestra que la disculpa de Raúl es aceptada cuando se pone de pie y apoya su cuerpo desnudo contra el de él. Dejándose caer lentamente sobre sus rodillas en la otomana, Martina libera la erección de Raúl de sus pantalones. Ella se inclina para chupar solo la punta al principio. Su BJ aumenta el ritmo, yendo más rápido y más profundo cuanto más tiempo chupa. Todo acelerado y listo para funcionar, Raúl ayuda a Martina a ponerse boca arriba y engancha uno de sus tobillos alrededor de su cuello para abrirla realmente. A partir de ahí, es algo sencillo guiarse a sí mismo hacia su estrecho chocho. Los gemidos de Martina son toda la dirección que Raúl necesita para ir más duro, más rápido y más profundo. Cuando se une a Martina en el sofá para acurrucarse detrás de ella, el ángulo de penetración cambia y sus jadeos de placer se vuelven aún más dulces. Raúl toma el lugar de Martina en el sofá para que ella pueda tener su turno para deslumbrarlo. Ella comienza su tiempo a cargo sentándose a horcajadas sobre los muslos de Raúl y hundiéndose en casa en vaquera para poder montarlo mientras él le chupa las tetas. Dándose la vuelta, Martina sigue rebotando en vaquera inversa mientras se frota el clítoris para obtener el máximo placer. Raúl recupera el control mientras ayuda a Martina a ponerse de rodillas. Volviendo a entrar en ella por detrás, deja que sus manos deambulen por su hermoso trasero. Martina se mece hacia atrás para encontrarse con cada una de las caricias de Raúl y se asegura de que él obtenga tanto como ella de su frenético acoplamiento. Una vez que el coño de Martina ha terminado de latir, Raúl sale para correrse sobre ese hermoso trasero como último grito de su disculpa.
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