Recostada en la cama que comparte con su novia, Azazai, Lady D espera pacientemente a que aparezca Azazai con su nuevo atuendo de lencería. Cuando la rubia aparece con su sexy atuendo negro, Lady D sabe que la espera ha valido la pena. Azazai se pavonea hacia la cama y se exhibe ante Lady D, que también lleva puesto un teddy de encaje propio. Las chicas se toman su tiempo para pasarse las manos de arriba abajo por los cuerpos flexibles de las demás. Lady D termina de nuevo en la cama, boca arriba, con Azazai trepando sobre ella. Sacando los senos de Lady D de su peluche, Azazai se pone a trabajar chupando y lamiendo las protuberancias hasta los picos duros. Deslizándose aún más, Azazai se siente como en casa entre los muslos de Lady D para un festín de coño completo. Lady D se divierte enormemente gracias a los cuidados de Azazai, pero ella no va a ser el participante pasivo en su acto sexual. Ayuda a Azazai a quitarse el sostén para que pueda probar la exuberancia de esos senos. Luego, Lady D se recuesta una vez más para que puedan disfrutar de un sentimiento mutuo. Azazai desliza la parte inferior del osito de Lady D a un lado para hacer estragos con sus dedos, creando un camino de fácil acceso para llevar a Lady D al clímax. Lady D espera el tiempo suficiente para que su placer sin huesos comience a disminuir antes de ayudar a Azazai a ponerse de rodillas. Acercándose a su novia por detrás, Lady D comienza la parte con la lengua. Lame los dulces jugos de Azazai y luego se sumerge profundamente con dos dedos. Los gemidos de Azazai llenan la habitación mientras Lady D golpea ese elegante arranque. Rodando sobre su costado, Azazai levanta una pierna en el aire mientras Lady D se coloca detrás de ella y sigue trabajando su coño con las manos. Lady D no se rinde hasta que Azazai ha visto el paraíso. A pesar de que acaba de llegar al clímax, Azazai sabe que a ella y a su novia les queda otro. Rodando sobre Lady D, Azazai se acerca para agarrar un consolador duro. Se vuelve hacia su amante y captura los labios de Lady D en un beso profundo mientras guía el juguete hasta el fondo. El vibrador Rabbit es justo lo que Lady D necesita para alcanzar un rápido segundo clímax. A cambio, Lady D continúa golpeando con los dedos el agujero de mierda lleno de crema de Azazai hasta que la rubia alcanza la cima del placer. Recostándose juntas en la cama, las chicas intercambian un beso para sellar su tarde de pasión.
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