Kimmy Granger está en su teléfono todo el tiempo y su padrastro Chad White está harto de ser ignorado. Él le pide que acepte un paquete para un gran cliente suyo. Cuando ella todavía se niega a colgar el teléfono, él le levanta la minifalda y le azota el culo cubierto por la tanga. Luego la pone de rodillas hasta que ella abre la boca y se la chupa en una mamada de garganta profunda que solo termina cuando ella se traga su corrida. Más tarde, Kimmy extraña al mensajero y Chad decide que necesita ser castigada nuevamente. Él le pone un collar eléctrico para tratar de entrenarla para que deje de tocar su teléfono. Decidido a enseñarle respeto a Kimmy, Chad se quita la ropa y se abalanza sobre ella por detrás en un golpe de coño al estilo perrito. Amante de lo húmeda y apretada que es Kimmy, Chad la pone en su regazo para que pueda cabalgarlo al estilo vaquera inversa. Luego él la pone sobre su espalda para que pueda acurrucarse con ella y seguir conduciendo su chocho hambriento de semen hasta que ella grite su orgasmo. Una vez que ella se baja, él continúa follándola hasta que él también está listo para explotar. Él se retira en el último momento, cubriendo sus tetas y su vientre con una lluvia de semen caliente.
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