Con una camiseta sin mangas transparente y una tanga, Evfrat Mai se despierta una mañana y se da cuenta de que aún no está lista para comenzar su día. Pasando sus dedos por su largo cabello, tira de la parte superior de su camiseta hacia abajo para poder ahuecar sus manos alrededor de sus exuberantes tetas. Se quita la camiseta sin mangas lentamente, pellizcando sus pezones hasta que están duros y ansiosos. Después de tocar sus bragas a escondidas, Evfrat se levanta para deslizarse las bragas por sus piernas. Presiona sus dedos contra su clítoris, frotándose hasta que gime de tal placer que no puede permanecer de pie por más tiempo. Cayendo de rodillas e inclinándose hacia adelante contra el reposapiés, Evfrat aprieta su culo apretado con una mano y continúa masajeando su clítoris con la otra. Tomando una respiración profunda, Evfrat sube para sentarse en el taburete en el que estaba apoyada y se sienta con sus largas piernas separadas. Sus dedos tocan sus lugares más tiernos de manera experta, enviándola a un frenesí sexual en cuestión de minutos. A medida que la tensión dentro de ella aumenta a un nuevo nivel, Evfrat desliza una mano hacia abajo para presionar dos dedos profundamente en su necesitado coño. Se folla a sí misma con los dedos, pasándose los dedos por el pelo y tirando de él mientras la pasión la abruma. Los últimos estremecimientos de su orgasmo la atraviesan mientras ralentiza sus movimientos y luego se detiene por completo para poder sentarse. ¡Con su cabello despeinado y su cara sonrojada, Evfrat parece una mujer que no quiere nada sexualmente!
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