Damon Dice ha preparado una velada de romance para Gina Valentina. Está listo para redondearlo con un brindis con champán en la azotea, pero Gina es demasiado tentadora para ignorarla. Pronto Damon encuentra sus labios cerrados con los de Gina y sus manos sobre sus pequeños pechos. La nena latina comienza a quitarse la ropa mientras Damon mira hasta que su camisa se ha levantado y su falda está en el suelo. Deslizándose por el cuerpo de Damon, Gina se encuentra de rodillas frente a él. Ella tira de sus calzoncillos hacia abajo para liberar la erección de Damon y abre su boca de labios hinchados para comenzar a chupar. No pasa mucho tiempo antes de que su mamada sea una delicia de garganta profunda. Cuando Damon se hunde en una silla, Gina realmente comienza a chupar y acariciar mientras presta mucha atención a sus bolas. Sin dudarlo, Gina se acerca a la mesa y se inclina hacia adelante para que su trasero ondee en el aire. Ella agarra la raíz de la erección de Damon y lo guía a donde quiere que esté. Cuando él se desliza para llenarla lentamente, ella no puede evitar retroceder para acelerar el proceso. Cuando él comienza a empujar, ella se encuentra con él en cada embestida para el placer de ambos. Dándose la vuelta, Gina levanta una pierna en el aire para que Damon pueda seguir follándola mientras se pone de pie. Luego ella retrocede para estar acostada sobre la mesa mientras Damon continúa sin fallar un trazo. Su nueva posición le facilita a Damon inclinarse hacia adelante mientras sus caderas se mantienen en movimiento. Su boca se adhiere a su pecho, succionando sus partes tiernas antes de levantar uno de los muslos de Gina en el aire para una penetración más profunda de su coño recortado. Aprovechando el impresionante ambiente de la azotea, Gina se pone atrevida. Insta a Damon a sentarse en la mesa y luego pasa una pierna por encima de sus caderas para poder sentarse a horcajadas sobre él. Ella se hunde en su palo de mierda y comienza a montar mientras el viento sopla su cabello y besa su cuerpo. Su salvaje abandono es absoluto cuando llega al clímax. Dándose la vuelta en la mesa para poder ofrecerse a sí misma para un verdadero juego al estilo perrito, Gina guía a Damon con su mano y sus gemidos. Él sigue su ejemplo para encontrar el lugar perfecto y luego lo frota una y otra vez hasta que Gina jadea y se retuerce debajo de él. Solo después de que Gina se corre, Damon se retira y apunta su erección hacia su exuberante trasero para poder cubrir la espalda y el trasero de su novia en una lluvia de esperma caliente.
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