En este spin-off de un cuento de hadas, La Bella Durmiente, Blancanieves y Cenicienta se cansan de esperar a que un hombre las encuentre y deciden tomar su placer en sus propias manos. Blancanieves señala que ninguno de ellos ha besado a un chico todavía. Cenicienta y la Bella Durmiente sugieren que Blancanieves podría practicar besándose en un espejo, pero Blancanieves está cansada de besar su propio reflejo frío. Deciden practicar el uno con el otro. Una vez que las tres chicas han experimentado los besos, deciden que quieren practicar lo que suceda después del beso de amor verdadero. Las otras dos princesas ayudan a la Bella Durmiente a quitarse la ropa interior, que están enamoradas de sus grandes pechos. Luego es el turno de Blancanieves y finalmente el de Cenicienta. Las chicas no pueden evitar volver a centrar su atención en la Bella Durmiente, que observa tímidamente cómo Cenicienta y Blancanieves toman una teta y la chupan. Cuando la mano de la Bella Durmiente se desliza hacia su chocho, Cenicienta anuncia que tiene algunas ideas si las otras dos quieren unirse. Saltando sobre el mostrador, Cenicienta abre los muslos para que Blancanieves pueda comerla, mientras la Bella Durmiente entierra su rostro en El chocho de Blancanieves. Cuando Blancanieves se acuesta boca arriba, Cenicienta se pone a trabajar con su lengua mágica. Mientras tanto, la Bella Durmiente se coloca sobre la boca de Blancanieves para montar el rostro de la princesa. Ansiosas por duplicar el placer de la Bella Durmiente, Cenicienta y Blancanieves trabajan juntas para comer fuera y frotar su chocho resbaladizo. Para terminar, las tres chicas se sientan una al lado de la otra y se masturban hasta llegar al clímax juntas. Ahora saben que están listos para su Príncipe Encantador.
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