Evelyn Payne sabe que su marido la engaña. Ha preparado una buena comida con su vino favorito y esperó hasta tarde para ver si aparecía. Después de regañar a su esposo por teléfono, va a quejarse con su hijastro, Anthony Pierce. Eventualmente le pregunta a Anthony si se unirá a ella para la comida para que no se desperdicie. Mientras comen, Evelyn sigue quejándose de cuánto la descuida su esposo. Eventualmente, la conversación gira hacia la vida sexual de Antony. Evelyn se ofrece a ayudar a satisfacer a su hijastro ya que sabe que su padre la está jodiendo. Anthony duda al principio, pero su madrastra se parece mucho más a su edad que a la de su padre. Se deja convencer para disfrutar de los encantos de Evelyn. Tras mudarse al dormitorio, Evelyn acuesta a Anthony y usa su cuerpo para darle cuerda. Luego ella chupa su gran gordito mientras felicita lo bueno y duro que es. Subiendo a bordo de esa carne de hombre, se sienta en vaquera inversa y se pone a trabajar montando mientras Anthony le aprieta el culo. Luego se da la vuelta para que Anthony pueda disfrutar mirándola cara a cara mientras continúa la fiesta. De rodillas, Evelyn gime y se mece hacia atrás para recibir cada caricia mientras Anthony se la da a lo perrito. Evelyn termina boca arriba con Anthony dándoselo, primero en posición misionera y luego acurrucándose detrás de ella. Él espera el permiso y luego sopla su carga en un facial que deja a Evelyn sonriendo mientras el semen gotea por su rostro.
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