Ducharse juntos siempre es una experiencia sensual, una que los amantes Marry Queen y Caprice abrazan por completo. A medida que el agua se calienta, Marry toma la varita y prueba la temperatura en el delicioso trasero de Caprice para mojar sus bragas en una caricia íntima. Empapadas hasta los huesos e increíblemente cachondas, las chicas se toman su tiempo para besarse y quitarse la ropa antes de salir de la ducha. A medida que aumenta la pasión, Caprice lentamente se arrodilla ante el increíble cuerpo delgado de Marry e insta a su amante a que se siente. en un taburete acolchado. Deslizando primero su mano y luego su cabeza entre los muslos abiertos de Marry, Caprice seduce a su amante con los dedos, la lengua y las miradas abrasadoras que lanza sobre el cuerpo de Marry. Cuando Marry se acerca a su orgasmo, Caprice le pide a su amante que se ponga de pie y se incline sobre el mostrador para presionar su rostro acalorado contra la pared fría. Adentrándose en el agujero empapado de Marry desde atrás con dos dedos, Caprice lleva a su mujer al límite. Cuando Marry alcanza el pináculo de su placer, se levanta rápidamente y captura los labios de Caprice en un beso apasionado que no deja ninguna duda sobre su intención de devolver el placer. favor sensual. Presionando a Caprice contra la pared, Marry se prepara para sacudir el mundo de su amante. Marry engancha sus labios en los pezones rígidos de Caprice antes de besar su camino hasta el tierno coño de su amante. Ella insta a Caprice a sentarse en el mostrador para darle acceso sin restricciones a su jugosa raja. Besando de arriba abajo el muslo delgado de Caprice, Marry presiona dos dedos en el agujero goteante de su amante. Frotándose contra el punto G de Caprice, Marry mete y saca los dedos mientras los gemidos orgásmicos de su mujer llenan el aire. Cuando llegan a la conclusión de su interludio, saciados, comparten un beso que insinúa futuros encuentros apasionados.
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