Jason se sorprende cuando entra en su habitación y ve a su madrastra Kayla Paige usando su computadora. Él intenta que ella cierre la computadora portátil, pero es demasiado tarde: ella ya ha visto todo el porno de madrastra que Jason tiene allí. A la defensiva, Jason trata de decir que son ventanas emergentes, pero Kayla no se lo cree. Ella tiene una idea. Su marido no la folla, así que ¿por qué no tener al hijo de su marido? Ella muestra sus grandes pechos mientras le propone su idea a Jason, y aunque él es muy defensivo, es obvio que está interesado. Jason resiste incluso después de que Kayla se inclina hacia atrás y abre los muslos para pasar los dedos arriba y abajo de su carnoso coño. Cuando ella se sienta y agarra la mano de Jason para ponerla sobre su pecho, Jason finalmente capitula. Sus toques iniciales al coño de Kayla son tentativos, entonces ella se sienta para ayudarlo a sentirse más cómodo con la situación. Poniéndose de rodillas, le baja los pantalones a Jason para encontrarlo agradable, duro y maduro para una buena mamada. Kayla adora esa polla, chupándola fuerte y rápido y yendo tan profundo como puede. Cuando se pone de espaldas y abre los muslos, no hay más vacilación. Empujando las bolas profundamente en ese coño de mamá, Jason se lo da a Kayla y observa cómo sus grandes tetas rebotan en cada golpe. Ella es todo con lo que él ha estado fantaseando, especialmente cuando lo pone de espaldas para poder dominarlo cabalgando su polla como una vaquera. Cuando mamá se pone de rodillas, Jason tiene la oportunidad de disfrutar de su gran culo mientras la folla a lo perrito. Kayla vuelve a rodar sobre su espalda para poder frotar su clítoris mientras Jason la folla, pero lo que ella realmente quiere es volver a la cima para volver a subirse a la D. Ella obtiene su deseo cuando Jason se acuesta y le da la bienvenida montándolo en vaquera y luego en vaquera inversa. Otra ronda de estilo perrito deja a Kayla casi repleta, pero tiene un poco más en ella. Ella termina su relación de espaldas con su hijastro golpeando entre sus muslos. Cuando Kayla le ruega a Jason que se corra sobre ella, él no puede evitar seguir las instrucciones para dejarla saciada en todos los niveles posibles.
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