Piper Perri completa su entrenamiento diario y luego se quita la ropa para refrescarse y disfrutar del toque de sus manos sobre sus tetas que rebotan. Está totalmente desnuda cuando se le une Jessy Jones, quien instantáneamente se pone dura como una roca y está lista para ayudar a Piper a resolver su excitación. Cayendo de rodillas, Piper usa una pelota de ejercicios para mantener el equilibrio mientras se sumerge de todo corazón en una mamada entusiasta. Lo único que podría evitar que esta sexy hambrienta de polla se la chupe a su hombre hasta que se corra es la posibilidad de que le follen el necesitado coño, lo cual Jessy está feliz de hacer al estilo perrito hasta que Piper grita de éxtasis. Volteando a Piper sobre su espalda, Jessy mantiene el ritmo vertiginoso hasta que Piper vuelve a palpitar de alegría orgásmica. Solo entonces Jessy toma su propio placer, llenando el agujero de mierda de Piper con su semen en un chorreo de leche caliente y pegajoso.
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