El profesor canoso y cansado disfruta de su merecida taza de café cuando Mary Fox se le acerca y le pide que revise sus papeles. El profesor no quiere hacer nada, quiere relajarse pero la dulce morena le ruega tanto que él se rinde a sus súplicas. Comprende de inmediato que el trabajo está lleno de errores y que Mary Fox necesita un milagro para pasar la prueba o tal vez su ayuda especial es suficiente. Por suerte, Mary Fox entiende perfectamente las indirectas y se arrodilla frente al profesor canoso para mamar y rogar por su ayuda.
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