Aunque Mellisandra es un bombón sexy, todavía necesita estudiar mucho para obtener su educación. Incluso le pide ayuda adicional a un maestro. Con mucho gusto acepta porque es imposible decir que no a una chica tan deslumbrante. Hace todo lo posible para explicar la tarea, pero aún así, Mellisandra no logra hacerlo sola. Luego se sienta a su lado para darle otra explicación pero ella decide seducirlo con un pequeño juego y así pasar la prueba. Una vez más, la profesora no puede resistir la tentación de entregarse a un bombón pervertido, caliente, irresistible e imparable.
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