Viola Weber se ducha cuando su novio entra en la habitación preguntando si puede frotarle la espalda. Ella le pide que le dé una toalla y que la ayude a salir del baño. El tipo le da una mano, pero el olor de su cuerpo limpio y caliente hace que su cabeza gire con deseo. Él le dice que lo siga hasta el dormitorio donde la complacería con algo especial. La curiosa Viola Weber lo hace y recibe un cunnilingus apasionado que conduce a un loco orgasmo al estilo perrito.
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