Es un día tranquilo en casa y Amalia Davis y su novio están ocupados con cosas sencillas. Ella conversa con sus amigos por teléfono y él lee un libro en un cómodo sillón. Finalmente, Amalia Davis cuelga, se sirve un vaso de agua y entra a la habitación para revisar a su novio. Resulta que él también tiene sed, pero un vaso no es suficiente para dos. Así que van juntos a la cocina donde el tipo se da cuenta de que quiere probar el jugo del coño de Amalia Davis más que nada en el mundo. Ese descubrimiento lleva a una pareja caliente a un cunnilingus apasionado, una mamada profunda, una follada apasionada en el suelo y un coño lleno de esperma fresco.
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