Crystal Swift y sus enormes tetas son mejores que ver cuando esta miel espesa se sacude y sacude sus jarras para el placer de Raul Costa. Sacando sus tetas de la lencería transparente que resaltaba las enormes areolas de Crystal, acaricia sus senos naturales y los deja colgar en una provocación deliciosa. Luego se inclina hacia atrás y desabrocha la parte inferior de su osito para revelar que su agujero de mierda de la pista de aterrizaje ya está agradable y húmedo. Haciendo señas a Raúl para que se una a ella, Crystal guía la cabeza de su amante hacia su teta antes de dejar que se hunda más. Mientras Raúl se acomoda entre sus muslos, Crystal continúa acariciándose arriba. Raul es mágico con su lengua, provocando gemidos de placer de Crystal, quien ahoga sus propios gritos apretando su boca sobre su duro pezón. Cuando Raúl desliza dos dedos en su vaina para aumentar su placer mientras continúa trabajando con su lengua, Crystal solo puede aguantar un momento antes de explotar de placer. Dejando caer un último beso en el clítoris de Crystal, Raúl se arrodilla y deja que su el amante lo ayuda a desvestirse. Crystal está feliz de hacerse cargo mientras Raúl rueda sobre su espalda con su erección orgullosa. Arrojando su cabello a un lado, Crystal no pierde el tiempo en abrir la boca para comenzar una mamada entusiasta. Ella alterna entre acariciar, chupar y lamer mientras usa todos los trucos del libro para el disfrute de Raúl. Cuando ella se inclina hacia adelante para que sus tetas cuelguen a ambos lados de su rígido, Raul junta los globos gigantes para ayudar a Crystal a darle una cogida de tetas rebotando. Subiendo encima de Raul después de liberarse de su osito, Crystal se desliza sobre la barra de mierda de su hombre. Su paseo rígido es rápido y furioso ya que sus tetas rebotan con cada golpe. Inclinándose hacia adelante para darle a Raúl un beso profundo, Crystal cambia de posición para estar sobre sus manos y rodillas con sus senos rozando la colcha. Esa posición le permite a Raul el control total de la penetración profunda que ambos anhelan. Con el cuerpo revoloteando con la necesidad de una liberación final, Crystal rueda sobre su espalda y levanta una pierna para abrirse tanto como sea posible. Raul frota el clítoris de Crystal mientras la folla, pero no es el momento adecuado para ninguno de los dos. En cambio, Raúl se mete detrás de su amante y la lleva a casa mientras libera su carga en el interior. Retirándose para que su chorreo de leche pueda gotear del arranque de Crystal, Raúl se entrega a un último beso amoroso.
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