Cuando Elsa Jean se da cuenta de que su hermanastro Van Wylde recibe tarjetas de San Valentín y ella no recibe ninguna, toma sus tarjetas y las rompe. Van se ríe y agarra los chocolates que Elsa ni siquiera se dio cuenta de que tenía. Luego regresa para ofrecerle a su hermanastra un poco de caramelo con la condición de que cierre los ojos antes de sacar uno con la boca. Elsa no sabe que Van hizo un agujero en la caja y metió su polla dentro hasta que puso sus labios alrededor de la cabeza de su polla. Una vez que Elsa prueba la polla de Van, accede a acariciarla y chuparla. Al darse cuenta de que él tiene razón en que es un cultivador, se levanta la minifalda y se aparta las bragas para que él pueda deslizarlas en su agujero desnudo. A ella le encanta la forma en que él se siente enterrado en su coño apretado, por lo que se pone de rodillas para que le follen el coño al estilo perrito. Totalmente comprometida a correrse como regalo de San Valentín, Elsa se sube al regazo de Van con la espalda contra su pecho. Sus pequeñas tetas se mueven mientras le da un paseo rígido en su coño calvo. Cuando se agacha para frotar su clítoris, explota en los brazos de Van. Deslizándose hacia atrás lo suficiente como para que la polla de su hermanastro salga de su vaina caliente, Elsa acaricia a Van hasta que estalla en una explosión de semen.
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