Quinn Waters está teniendo una aventura y su hijastro, Tony, entra y la encuentra organizando una llamada de botín. Ataviada con tacones altos y lencería roja de encaje, Quinn está describiendo su atuendo cuando Tony la escucha. Mientras Tony observa, sin ser visto, obtiene una vista frontal completa de las grandes tetas de su madrastra. Eso es demasiado; Tony da a conocer su presencia. Él y Quinn se involucran y Quinn intenta calmar la situación. Al principio, trata de explicarse y engatusa a Tony para que no le cuente a su padre. Cuando Tony insiste en que su padre necesita saberlo, Quinn toma una táctica diferente. Ella señala la erección de Tony y luego agarra su mano para presionarla contra sus senos en un esfuerzo por seducirlo. Afortunadamente para Quinn, funciona. Tan pronto como se juran que no se lo dirán al padre de Tony, se ponen a trabajar juntos. Una vez que Quinn le ha dado a Tony suficiente tiempo para llenar sus manos con esas finas tetas, se arrodilla y saca ese fino palo de mierda. Se le hace agua la boca cuando se abre de par en par para empezar a chupar. Tratar la erección de Tony como si fuera su propia piruleta personal excita tanto a Quinn que sigue chupándolo más fuerte hasta que le hace una garganta profunda. Lo único que esta ninfómana hambrienta de semen quiere más que seguir chupándosela a su hijastro es dar un paseo en esa polla gruesa. Empujando a Tony hacia abajo, Quinn se sube encima de él y se hunde en posición de perrito inverso para que pueda apretar y abofetear ese trasero. Ahora que tiene a su madrastra curvilínea en su polla, Tony definitivamente está interesado. Él la hace rodar sobre su espalda y le abre los muslos para que pueda golpear ese agujero de mierda lleno de crema. Quinn se trata de dejar que su hijastro golpee su chocho desnudo, especialmente cuando él la llena tanto de D que sus tetas rebotan. Ella rueda sobre sus manos y rodillas para que Tony pueda volver a adorar su gran trasero mientras empuja para el placer de ambos. Cuando Quinn ha tenido suficiente, Tony se acuesta y la deja arrastrarse entre sus muslos para que pueda acariciarlo hasta que él explote y cree un chorro de semen para que Quinn lo lama felizmente.
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